jueves, 3 de mayo de 2007

Entrenamiento

¿Eres feliz?, me preguntó mi vecino por la mañana al encontrarme corriendo en la calle. Fue una pregunta, aunque lo dijo de tal manera que parecía una afirmación: eres feliz, dijo y se frotó las manos.
Yo llevaba una hora con dos minutos y 47 segundos corriendo, se lo dije en cuanto me interrogó, él hizo una mueca de sorpresa y comenzó a sacudir su mano como si quisiera espantar una mosca, aunque no había moscas, era sólo una forma de manifestar su asombro, y entonces pasó un auto rojo e inmediatamente después lo dijo: eres feliz. Digo lo del auto porque recuerdo que al verlo pensé que yo nunca podría andar en un auto rojo, como que se requiere cierta personalidad extrovertida para manejar por la ciudad en ese color, y yo no era de esas, definitivamente, entonces pensé que quizá la gente que se compra un auto rojo es menos complicada y por ende más feliz que las que los tenemos de colores pasteles, y en eso pensaba cuando mi vecino dijo: eres feliz.
Yo sonreí y asentí con la cabeza, ¿qué otra cosa podría haber hecho? Si para él la felicidad es tan burda que se consigue después de correr diez kilómetros, sería inútil ponerme a discutir. Nos despedimos. Llegué a mi casa y me senté a escribir. ¿Eres feliz?... teclee automáticamente, y entonces con una mueca desaprobatoria me pareció que ya lo había leído antes, que esa frase tan gastada era el inicio de miles de millones de ensayos publicados en periódicos y revistas, sin embargo, a mí me había sucedido realmente, no era una simple pregunta fabricada para entrar de lleno al tema de la felicidad. Es cierto que me suceden con frecuencia este tipo de cosas, de pronto entro a una peluquería, veo a una niña con trenzas sentada de frente al espejo, su mamá se acerca con tijeras en mano, se las corta de tajo y al instante me viene a la cabeza la idea de un cuento. Eso mismo debe sucederle a los pintores, se topan con el pico de un colibrí atorado en un cactus y lo primero que se les ocurre es… ¿salvarlo? Por supuesto que no, piensan en traer un lienzo y retratarlo. Me sucede lo mismo con la escritura. El otro día Ernesto me dijo que se iría de la casa si yo volvía a faltar a la cita con el terapeuta de pareja. La amenaza no surtió el efecto que él hubiera deseado, pero la anécdota ronda aún en mi cabeza como si fuese un zopilote hambriento y yo un cuerpo putrefacto. En eso pensé en cuanto mi vecino se perdió por el túnel de la izquierda, ¿debí confesarle que llevaba dos años en terapia de pareja, que desde la fiesta de aniversario de mis papás, de eso hace once meses, no habíamos hecho el amor, que últimamente me pasaba las tardes llorando recargada sobre la ventana de mi cuarto mirando el jardín, que un día manejé durante cinco horas seguidas por el periférico con mi ipod en los oídos a todo volumen y los ojos rojos, tan rojos como el color de ese auto feliz que pasó entre nosotros?
- ¡Uy! es que…no sabía…no, no era mi intención…este… - me hubiera respondido seguido por una de esas miradas indescifrables, mezcla de compasión con a-mi-qué-carajos-me-importa. Después de todo es sólo mi vecino. Me hubiera dicho adiós con una sonrisa incómoda, yo me habría sentido una estúpida y definitivamente no estaría ahora aquí escribiendo. Son las nueve, miro el cielo negro que otras noches empaña el hueco entre mi garganta y la boca del estómago y no siento nada, las estrellas parecen más luminosas, This is the last time no moja mis ojos, huelo a pastel de chocolate recién horneado, releo lo que he escrito hasta ahora, pienso en mi vecino y me replanteo la pregunta …¿en este instante, sólo en este instante, eres feliz?
Me temo que sí.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Tamy:
Me hablaste en el momento oportuno para meterme a tu blog. Leí todos los relatos y aunque algunos ya los conocía en papel, el conjunto me pareció genial. Tienes mucho atrevimiento, mucha soltura para asociar ideas y situaciones aparentemente desconectadas. Desbordas imaginación, pero también sinceridad y capacidad de abrirte a los lectores a través de tu escritura. En el último relato manejas además una cierta ambigüedad que vuelve más rico el contenido del texto, un sí pero no, o no pero sí, que denota una mayor complejidad. Y, finalmente, está la diversión y el sentido del humor tan presente. Como con la lectura de tu novela, tuve caracajadas esporádicas al leer los relatos. Así que qué bueno, por ti y por tus lectores, que hayas sido, desde niña, una miedosa. Fue muy, muy productivo.
Esther (progenitora de Sarula)

Anónimo dijo...

La combinación de tintes autobiográficos con ficción, y tu total y sincera apertura al escribir, además de los toques divertidos y la magia de tu redacción, provocan que se me paren los pelos de punta, se me enchine la piel, me rechinen las muelas y me den ganas de pararme en lo alto del Empire State y grite “æ@¥™ µ^∆∂®† ∫>“ o lo que es lo mismo “ YO SOY SU HERMANA! Te admiro.

Tamar Cohen dijo...

Tía gracias por tu crítica, viniendo de tí vale el doble, te admiro muchísimo y no sólo por ser la progenitora de Sari, ojalá sigas disfrutando de lo que escribo acompañada de esas risas esporádicas. Te quiero.

Tamar Cohen dijo...

Milly: Me encantas, ya te lo había dicho no? me haces reír, y yo también después de leerte, hablar contigo por teléfono, verte de coche a coche, o lo que sea, me dan ganas de pararme en lo alto de la torre latinoamericana (soy más chilanga) y gritar !Soy su hermana! Te quiero.

elvira cohen dijo...

tamy me encantan tus relatos y cuentos aunque no acepto cuando me tocan mi "subceptibilidad" de madre estoy orgulloza de tu talento y se que lograras un lugar muy importante en la literatura " por lo menos en la familia" ja ja pero recuerda hoy que tomaste una decision tan importante en tu vida te a d o r o mas de lo que te puedes imaginar aunque no se note.

Anónimo dijo...

Novia,

Me sorprende tu capacidad para crear una historia a partir de un simple comentario que escuchaste. Como a partir de un detalle que para la mayoria de nosotros pasaria desapercibido tu lo transformas en algo profundo, inteligente y divertido.

Te felicito por haber creado este espacio, asi no solo los que estamos cerca de ti pueden disfrutar de lo que escribes!.

Estoy muy orgulloso de ti, Te amo y te adoro....Arieh

el zorro dijo...

Querida TAmmy:

Te comentaré conforme lea. En este caso te hablo de "entrenamiento", que es el que he leído.
Tu asociación de ideas es mágica, enchina la piel, por ejemplo, del corredor que está acostumbrado a las largas horas de entretenerse consigo mismo y sus pensamientos que se dan exáctamente de esa manera, por asociación.

Ya lo mencionan en el blog, pero quiero enfatizarlo. Tienes una virtud que debes explotar: tu capacidad de abrirte y presentarte al lector como piensas que eres, sin escondites, de frente y perfil. Es un ejercicio de tratar de descubrirte a tí misma a través de una brillante manera de expresarte.
Te sigo leyendo con mucho ánimo y verás mis comentarios oportunamente.

Mauricio Meschoulam. El zorro.

Anónimo dijo...

POR ESO......Porque no le presentas a una editorial
un proyecto de LIBRO
10 cuentos por Tamar Cohen,
honestamente creo es sumamente viable y necesario

te vamos a extrañar en carne y hueso, que suerte que existe la web y acortara la distancia

te quiero
Vanesa

Tamar Cohen dijo...

Ma yo también te adoro, me encanta que disfrutes de lo que escribo, te voy a extrañar muchísimo, gracias por todo tu apoyo.

Tamar Cohen dijo...

Novio se me puso la piel chinita cuando leí tu mensaje, justamente es esa parte la que tanto me apasiona de la escritura, el poder transformar una frase ordinaria en algo significativo. Te amo.

Tamar Cohen dijo...

Zorro bienvenido a mi blog es un placer tenerte conmigo. Es cierto, me presento al lector tal cual soy, la transparencia es una especie de valentía y eso me gusta. Gracias por notarlo. Un abrazo.

la oruga... que te sigue dijo...

HOLA...
Me gusta tu creatividad literaria, como a partir de una palabra o una pregunta, vas hilando temas, ideas, que finalmente hablan de tí y de la pregutna inicial.

Anónimo dijo...

Tamar:
La frescura con que nos llevas a tus lectores a través de tus historias es realmente exquisita. Entrelazas historias y situaciones de forma espectacular. Qué increible que una simple frase te haga desarrollar una historia completa, con humor, con profundidad, con soltura.
Te admiro y te felicito y creeme que ya me hice un tanto adicta a tus cuentos!!!
Muchos besos a ti y al sector masculino de tu familia.
Ilana B.

Tamar Cohen dijo...

Gracias Ilana B, eso de que te has vuelto adicta me gustó, no estaría nada mal una enfermedad llamada Tamaritis... qué boba!!!
A veces yo también me sorprendo de que una frase me lleve a crear toda una historia, a veces me pasa que no sé ni cómo le hice.... pero lo hice, aquí está la prueba. Bienvenida a mi blog!!!